Dolores Vázquez, víctima del mayor error judicial en España en 1999, pagó con 17 meses en prisión por un crimen que no cometió. Ahora, reclama que el Estado le pida perdón en el documental de HBO “Dolores. La verdad sobre el caso Wanninkhof”.
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Acusada de matar a la hija de su expareja, mujer, sin evidencias y basándose en conjeturas, la Guardia Civil adjudicó como móvil la venganza sentimental porque la madre no había querido volver con ella, con detalles negativos como que “había hecho kárate, que era deportista, y muy masculina”.
“En la cárcel estaba lejos del suicidio, tenía que luchar. Los gritos eran tremendos, me llamaban de todo, la bollera, la lesbiana, cosa que yo nunca me he sentido así. No todas las mujeres son lesbianas por haber tenido una experiencia con una mujer”, señala Dolores Vázquez.
Vázquez siempre ha esperado “un perdón por parte de la Guardia Civil, del Ministerio del Interior, del Fiscal” y que “admitan que se han equivocado” con ella. “Si no me dan indemnización que se olviden, que con el perdón hubiese sido suficiente”. “Me han utilizado y han sabido hacerlo, igual que los medios que en este país o te hunden o te elevan. Parece que la gente no quiere ver nunca la verdad”.