El director general del banco HSBC de Taiwán, John Li, decidió ser el padrino de boda de una de sus empleadas, Jennifer, cuando supo que los padres de ésta no aprobaban la relación con su novia.
Jennifer y Sam llevaban juntas 11 años, y decidieron casarse a pesar de no estar reconocido el matrimonio entre personas del mismo sexo en la isla de Taiwán donde viven. Iba a ser una ceremonia sencilla en la que querían estar arropadas por sus familiares y amigos más próximos. Pero los padres de Jennifer no aceptaron que su hija sea lesbiana.
“Nunca pensé que tendría una boda”, cuenta Jennifer. Afirma que incluso se planteó “fingir” un matrimonio heterosexual por su padre. “Mis padres dejaron de hablarme”.
Por si fuera poco, Jennifer, que es empleada del HSBC Bank de Taiwan, le preocupaba la respuesta de sus jefes, compañeros e incluso el impacto que tendría para sus clientes cuando saliera del armario para casarse. Pero al contrario de lo que pensaba, tuvo el apoyo de todos. Incluso el presidente del banco, John Li, ¡le ofreció llevarla al altar!
Cuando su CEO se ofreció a acompañarla en la boda, Jennifer y Sam rompieron a llorar. “Nunca pensamos que llegaríamos tan lejos”, aunque sea una ceremonia no vinculante, no les importa. “Esta boda es para la comunidad LGBTQ. Esperamos que nuestra acción anime a la gente y cree respeto entre las diferentes comunidades”.
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